miércoles, 30 de enero de 2008

Cuando no había escasez de agua

Cuenta una leyenda urbana que, al parecer, cuando el Fürher hablaba, se podía recoger la suficiente cantidad de líquidos como para inundar Brooklyn tres veces... y eso solo por discurso

Por ello muchos historiadores barajan que tal vez esa sea la razón por la cual el público se cubría con capotes y chubasqueros, y no porque Berlín sea muy húmeda precisamente...

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