martes, 1 de enero de 2008

Cadena de errores

-Un niño robó la muñeca favorita a una niña en la escuela, ésta se lo contó a su padre nada más llegar a casa y estuvo toda la noche llorando y gimoteando. -Cada vez que el profesor de historia contaba la lección se emocionaba hasta el punto de humedecersele los ojos de satisfacción, repitiendo todos los años la misma historia con las mismas palabras. El padre no pudo dormir bien y llegó al bar del aeropuerto cansado, metió sal en el café de un cliente por accidente. El cliente, indignado reclamó y se fue enfadado refunfuñando. De camino a su oficina, despistado, tiró el contenido de una papelera. El bedel, humillado, echó la culpa a uno de los trabajadores de control aéreo. Éste último, harto de que le utilizaran de cabeza de turco siempre le miró con rabia al salir del baño, al volver a su puesto insertó mal un código de aterrizaje de uno de los aviones de mercancías que iban a aterrizar, la consecuencia fue catastrófica. Todo el soma que iba a ser entregado en breves se esparció por la pista, creando una auténtica marabunta de adictos sobre la pista, se paralizó la llegada y salida de aviones.

>>Para paliar la falta de sustancia se envió al instante otro mercancías desde un almacén algo lejano, la distribución debía ser diligente, se dividió todo el soma en varios camiones que debían llegar a las ciudades afectadas por la ausencia de soma. Uno de los vehículos tuvo un accidente en el que murió el conductor justo después del control de rutina, hasta pasadas las horas no se supo que el éste se había despeñado por un barranco, lo que ocasionó un nuevo retardo.

>>Todos los afectados tenían una reserva de soma en casa a modo de emergencia, con lo que pudieron sobrevivir a duras penas. Salvo uno, que por descuido la perdió, nadie se acordó de él, por un momento dilucidó la realidad, vió el monstruoso mundo en el que vivía y lejos de suicidarse comenzó la resistencia que destruyó el sistema.

>>Y así es como hoy en día vivimos en plena libertad… y no drogados como vivían antes… -el maestro terminó el relato y le dio un trago a un vaso azul pequeño que tenía en la mesa. Todos los alumnos repitieron el gesto. Aquí y allá se podía ver a alguien dando un trago a un vaso azul pequeño de plástico con un símbolo amarillo y negro al costado. En las calles, en los barrios de todo el mundo. La época de oscuridad y soma se había terminado.

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