miércoles, 30 de enero de 2008

Una pequeña enfermedad

Solo era una pequeña enfermedad, un virus multiplicándose que dejó de hacerlo en cuanto las órdenes precisas se llevaron a cabo para paliarla. El experto lo dejó bien claro, la situación debía volver a los niveles anteriores, habría algunas modificaciones de comportamiento y estado, se crearían nuevas defensas y se reordenaría el organismo para aumentar su capacidad y tamaño, algunos componentes se destruirían siendo ya inservibles o de menor rendimiento. Al fin y al cabo ese virus no era tan malo, ayudaba al crecimiento.

El experto examinaba con periodicidad todos los detalles, toda la evolución, toda su historia, para poder comprender a donde se dirigía, qué camino recorrería. No era la primera vez que el virus atacaba, los síntomas se habían dado en mucho menor grado con anterioridad. En aquella ocasión se originó un nuevo sistema de condensación de material y la organización se reestructuró de forma significativa, las cosas empezaron a cambiar de lugar y hubo un caos durante un tiempo, hasta que todo se calmó, volvió a los niveles anteriores, incluso los sobrepasó y salió de la enfermedad con aspecto mejorado. Siempre ocurre, esta no tenía por qué ser una ocasión diferente. Todo volvería a la normalidad.

No son abejas en un panal, ellas son todas iguales en un lugar completamente igual que solo puede expandirse linealmente y, en ocasiones, en profundidad. No. Esto es mucho más complejo, se decía a sí mismo el experto, la estructura que observaríamos sería algo así como un ecosistema marino en el que cada uno otorga su parte y recibe a cambio algo, con una plaga que asola el lugar en intervalos cíclicos cada vez más cortos, cada vez más grandes y de mayor repercusión. Pero quien era el experto para juzgar, toda creación requiere de una destrucción previa que desmorone los pilares débiles y fortalezca los fuertes dentro de todo este sistema, se repetía una y otra vez. Además, ya había terminado la última enfermedad. Sólo un poco más grande que la anterior.

Sin embargo, de acuerdo con los estudios, llegaría otra. Y llegó antes de lo previsto, algunos síntomas empezaron a manifestarse poco después de la reestructuración final a la que se vio sometido el organismo al término de la anterior enfermedad. Parecían efectos suaves, quizá no sería tan fuerte como el estudio predijo. Quizá lo que iba a ser una gran ola solo fuera una leve marejada. Quizá la reorganización del sistema diera lugar a nuevos conceptos a estudiar para el experto, algo con que entretenerse. El experto fue a dormir un rato.

Pasaron días, el experto despertó aturdido en una habitación austeramente decorada, todo alrededor era metálico, las paredes, la letrina, la cama, se encontraba en un cubículo iluminado vagamente por unos focos en lo alto, olía a insecticida sintético. Probablemente me hayan drogado, pensó, o quizá hayan utilizado la nueva nanotecnología en auge estos últimos tiempos.

Sonó una voz rechinando por entre las paredes, La nueva reestructuración del sistema ha permitido concluir que el concepto de humano puede ser reasignado como mercancía, y como tal, puede ser comprado o vendido, la última crisis ha terminado. Bienvenido, ha pasado de ser propiedad de su empresa familiar a pertenecer a la corporación Unite, en este momento no tiene asignada ninguna tarea, comenzará un período de reasimilación...

El experto quiso suicidarse, el cambio del organismo económico durante la última crisis era un golpe inesperado y no le beneficiaba. Al menos antes su propietario era su padre asignado por la empresa Stin…

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