-...solo le dije "Dame la cuchilla".
-Y se suicidó?
-Sí. -respondí resuelto.
-Siempre hacen lo mismo.
-Sí, la psicología inversa siempre funciona. -comenté con una sonrisa burlona.
El inspector se dirigió a los ayudantes:
-Retiren el cadáver y saquen a esa mujer, en esta casa ya no hay nada que ver. Puesto que se suicidó él quedas libre de culpa. Te apetece almorzar algo?
-Me vendría bien una hamburguesa y una Coca-Cola.
-Invito yo.
-Gracias, pero no, la última vez también me invitaste tú, esta vez me toca a mí.
-Insisto.
-Insisto yo también.
-Sabes que podría meterte en la cárcel, déjame invitarte y salgamos de aquí, me aburro.
-Está bien. -acepté y me dirigí hacia la puerta intentando no mancharme los zapatos de sangre.
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